Qué visitar

Rincones con encanto en el municipio

Plaza de San Lázaro

Plaza de San Lázaro
A extramuros de la villa, se construyó en la Edad Media un hospital que se mantuvo en pie hasta el siglo XVIII. En el mismo solar que ocupaba el hospital y su capilla, hoy se levanta una plazuela, en la que se muestran interesantes ejemplos de arquitectura popular.

Ermita de San Roque

Ermita de San Roque
El cacabelense Don Mateo Chicarro, perteneciente a la pequeña nobleza local, reconstruyó en el año 1590 la ermita de la Vera Cruz. Unos pocos años después, tras las mortíferas pestes de 1599, su patrono le cambiaría la advocación por la de San Roque, santo protector contra la peste. Desde esta fecha hasta la actualidad ha sido preciso reedificarla «in fundamentis» en varias ocasiones, siendo la última la del año 1789. En su interior, junto a la imagen de San Roque, existen dos altorrelieves de madera policromada del siglo XVIII, que representan a San Gil de Casayo y San Herberto de Cerdeña, ambos procedentes del monasterio de Carracedelo.

Calle Santa María

Calle Santa María
Es, desde la Edad Media, la calle más notable de la villa. A ella, como si de una espina de pez se tratase, vienen a dar todas las calles y callejas del casco urbano. En sus extremos se abrían las dos puertas más importantes de la cerca: la de Cimadevilla y la de San Andrés, la primera junto a la actual ermita de San Roque y la segunda próxima al templo parroquial de Nuestra Señora de la Plaza. Es, en esta calle, donde se conservan los ejemplos más representativos de su arquitectura culta, religiosa y civil, y que durante siglos vieron pasar riadas de peregrinos. Son casas y casonas, muchas de ellas barrocas, que blasonan sus fachadas con excelentes labras heráldicas, exponente fiel del orgullo de aquellas gentes que siempre supieron defender sus privilegios y que llevaron a decir al mayordomo del marqués de Villafranca en 1667: «en esta villa no se teme a la justicia y cada uno hace lo que se le antoja…»

Iglesia de Santa María

Iglesia de Santa María
De la primitiva iglesia parroquial de Santa María consagrada con todos los honores por el obispo de Santiago, Diego Gelmírez, en 1108, solamente permanece en pie el ábside románico ya que en el siglo XVI se reedificó casi en su totalidad. Posteriormente, sufriría importantes reformas como la construcción de una nueva torre neorrománica en 1904. En el exterior sobresalen el ábside románico, la torre neorrománica y una imagen pétrea de la Virgen del siglo XIII (en el óculo del tímpano de la portada), mientras que en el interior hay que significar además de una inscripción romana, la capilla románica, un Cristo crucificado del siglo XIII y varias tallas del siglo XVII, entre ellas la titular del templo: la Virgen de la Asunción (excelente talla de la escuela de Gregorio Fernández) y la de San Isidro labrador.

El Puente Mayor

El Puente Mayor
Desde época romana existió en Cacabelos un puente de fábrica para cruzar el río Cúa, pero las limitaciones técnicas, la evolución de la trama urbana de la villa, la acción del tiempo y de los hombres y sobre todo las grandes crecidas del río han impedido que llegara hasta nosotros. El puente actual, con sus seis bóvedas de sillería, es obra de los siglos XVI y XVIII y uno de los más monumentales y mejor conservados de la provincia.
En sus inmediaciones tuvo lugar la famosa batalla de Cacabelos entre las tropas francesas e inglesas el 3 de enero de 1809, y en la actualidad se ha habilitado, aguas abajo, una excelente piscina fluvial aprovechándose del muro de la antigua fábrica de luz.

El Santuario de las Angustias

El Santuario de las Angustias
A la salida de la villa, tras pasar el puente mayor y el de los molinos, se encuentra el santuario de las Angustias. Se tiene constancia documental de la existencia en este mismo lugar de una ermita dedicada a la Virgen María, sin embargo tanto el edificio actual como la mayoría de retablos, imágenes y pinturas son del siglo XVIII. En el camarín, se encuentra la imagen de la «Virgen de la Quinta Angustia» (1764) y entre sus siete retablos destaca el mayor (1758), obra de Miguel Nuñez y Juan de Solorzano. Una pintura de la «Virgen de la Leche», el relieve del «Niño Jesús intercambiando unas cartas con San Antonio de Padua» y el órgano, procedente del monasterio de Carracedo, son algunas de sus piezas de mayor interés artístico.

Albergue de Peregrinos

Albergue de Peregrinos
En las proximidades de donde durante muchos siglos estuvo el hospital de Santiago y alrededor del santuario de las Angustias se ha construido recientemente (en el año 2000) un moderno y magnífico albergue, recogiendo la hospitalidad tradicional de la villa. Se realizó según el proyecto del arquitecto Don José María Aparicio Alonso y tiene una capacidad para 74 peregrinos. Combina la funcionalidad de sus celdas y demás dependencias con el respeto por el entorno natural y arquitectónico.

Iglesia de San Martín

Iglesia de San Martín
A la izquierda del Castro Ventosa y del caserío se encuentra, sobre un pequeño altozano, la iglesia de San Martín de Pieros, con su planta de cruz latina. De fundación medieval, fue consagrada por el obispo Osmundo, de Astorga, en el año 1086. Conserva de esta época parte de sus muros perimetrales, la portada septentrional y la lápida fundacional, lo demás se construye en los siglos XVI y XVII. En su interior destacan, por su mérito artístico, la talla de San Martín a caballo y una talla románica de canon corto.